Canciones
¿Te ha pasado que estás intentando dar instrucciones a los niños y por más que subes el volumen de tu voz el ruido que ellos hacen es más alto y no te prestan atención?
Cantar con y para los niños, además de ayudarlos a ampliar sus conocimientos sobre el medio ambiente que los rodea, aumentar su vocabulario, fomentar en el niño el gusto por la música, ejercitar las coordinaciones motoras y socializar, estimula su atención y memoria.
Para ello es necesario que la docente muestre alegría y entusiasmo para alegrar al grupo, captar su atención y lograr que ellos también participen activamente en la canción. Para ello te recomiendo que al cantar una canción, si lo que quieres es captar la atención de tus alumnos inicies con un volumen muy fuerte. Conforme los pequeños unan sus voces a la tuya, ve bajando el volumen un poco más en cada estrofa para que ellos te imiten, de modo que en la última canten casi sin que se escuchen. Algo que seguramente también te funcionará será la expresión corporal, ya que al hacer mímica de lo que dice la canción los niños querrán observarte para imitar los movimientos.
A continuación te muestro algunas de las canciones de las que puedes echar mano:
Pedro el conejito tenía una mosca en la nariz
Pedro el conejito tenía una mosca en la nariz
la espantó, la espantó y la mosca voló
la espantó, la espantó y la mosca voló
Yo tengo una casita que es así y así
y cuando sale el humo sale así y así
y cuando quiero entrar yo le toco así y así y así
y limpio mis zapatos así y así
Pulgarcito, pulgarcito ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
El que indica, el que indica ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
El de en medio, el de en medio ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
Anular, del anillo ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
El meñique, el pequeño ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
Cantar con y para los niños, además de ayudarlos a ampliar sus conocimientos sobre el medio ambiente que los rodea, aumentar su vocabulario, fomentar en el niño el gusto por la música, ejercitar las coordinaciones motoras y socializar, estimula su atención y memoria.
Para ello es necesario que la docente muestre alegría y entusiasmo para alegrar al grupo, captar su atención y lograr que ellos también participen activamente en la canción. Para ello te recomiendo que al cantar una canción, si lo que quieres es captar la atención de tus alumnos inicies con un volumen muy fuerte. Conforme los pequeños unan sus voces a la tuya, ve bajando el volumen un poco más en cada estrofa para que ellos te imiten, de modo que en la última canten casi sin que se escuchen. Algo que seguramente también te funcionará será la expresión corporal, ya que al hacer mímica de lo que dice la canción los niños querrán observarte para imitar los movimientos.
A continuación te muestro algunas de las canciones de las que puedes echar mano:
Pedro el conejito
Pedro el conejito tenía una mosca en la nariz
Pedro el conejito tenía una mosca en la nariz
la espantó, la espantó y la mosca voló
la espantó, la espantó y la mosca voló
La casita
Yo tengo una casita que es así y así
y cuando sale el humo sale así y así
y cuando quiero entrar yo le toco así y así y así
y limpio mis zapatos así y así
Pulgarcito
Pulgarcito, pulgarcito ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
El que indica, el que indica ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
El de en medio, el de en medio ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
Anular, del anillo ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
El meñique, el pequeño ¿dónde estás?
¡Aquí estoy! ¡Gusto en saludarte, gusto en saludarte!
¡Ya me voy, ya me voy!
Cambiar tono de voz
Tanto al hablar para dar instrucciones, explicarles algo a los niños, contar un cuento, etc., te permitirá captar la atención y mantener el interés de tus pequeños por más tiempo.
Variar tu tono de voz te permitirá enfatizar los puntos clave de lo que estás diciendo, pero debes ser cuidadosa en esta parte, porque estas variaciones con la voz deben ser naturales y tampoco deben seguir una especie de patrón, ya que entonces sería monótono y aburrido para los niños
Recuerda que tu voz es tu herramienta.
Títeres/ Guiñoles
También es muy útil el teatro y la dramatización como elementos fundamentales para lograr un cambio en el comportamiento de tus alumnos, debido a que se considera que además de ser un juego para ellos, propiciará que centren su atención en las clases que estés proponiendo. Por medio de un guiñol o títere, atraerás la atención de los pqueños para dar mayor énfasis a la actividad que quieras abordar y así lograrás la motivación y participación por parte de ellos. Esto permitirá facilitar su desarrollo cognitivo.
Cambio de lugar
A veces los pequeños no logran concentrarse en la actividad porque el lugar en el que están sentados en el salón de clases representa un distractor para ellos. Por ejemplo, puede que el equipo o el/la compañero/a con el que tu niño está sentado juega/pelea/platica mucho con él; o tal vez esté muy cerca de la ventana y al escuchar algún ruido afuera se asome o voltee; o si está muy lejos del pizarrón o de tu escritorio no alcance a ver lo que les estás mostrando. En estos casos, podría ayudarte mucho a captar su atención el cambiarlo de lugar y pedirle que lo intercambie con otro compañero/a en algún punto estratégico en el que consideres que podría prestar más atención.
Adecuar/ Cambiar actividad
Cuando tus pequeños no prestan atención a tu actividad a pesar de que ya hiciste varias adecuaciones en el momento, es posible que:
* La actividad no sea motivadora, interesante ni retadora para ellos, por lo cual se sienten aburridos
* El material no es el apropiado
* La actividad no se adapta a sus necesidades ni intereses
* El nivel de la actividad es muy alto o muy bajo para las competencias de ellos
* Lleven mucho tiempo sentados y necesiten una actividad más activa
* La actividad que estás proponiendo es demasiado larga
Así que te recomiendo que, si es extremadamente necesario, cambies la actividad por otra que tú sepas que le agrada a tus niños, tal vez un juego relacionado con el tema que estás trabajando o alguna actividad que implique movimiento. No olvides justificar en tu planificación y en tu diario los motivos por los que la cambiaste.
* La actividad no sea motivadora, interesante ni retadora para ellos, por lo cual se sienten aburridos
* El material no es el apropiado
* La actividad no se adapta a sus necesidades ni intereses
* El nivel de la actividad es muy alto o muy bajo para las competencias de ellos
* Lleven mucho tiempo sentados y necesiten una actividad más activa
* La actividad que estás proponiendo es demasiado larga
Así que te recomiendo que, si es extremadamente necesario, cambies la actividad por otra que tú sepas que le agrada a tus niños, tal vez un juego relacionado con el tema que estás trabajando o alguna actividad que implique movimiento. No olvides justificar en tu planificación y en tu diario los motivos por los que la cambiaste.